Son valores o beneficios intangibles que se obtienen de los ecosistemas a través del enriquecimiento personal, espiritual, desarrollo cognitivo, reflexión, recreación y experiencias estéticas. Estos beneficios intervienen en la forma en que interactuamos con nuestro entorno y con las demás personas. Su impacto sobre las personas ocurre de manera directa. Son ejemplos de estos la diversidad cultural, las actividades de recreo y turismo, el valor educacional y la apreciación estética e inspiración para la cultura, el arte y el diseño.